Adentrarse en el mundo de los libros de segunda mano puede ser un viaje lleno de sorpresas. Sin embargo, para asegurarnos de que estamos haciendo una buena compra o para establecer un precio justo al vender, es fundamental saber cómo valorar la condición de un libro usado. Hoy en Libros Vividos hablamos sobre cómo clasificar el estado de conservación de los libros de segunda mano para acertar seguro.

Pautas para determinar el estado de conservación de los libros de segunda mano

Aunque no hay una clasificación oficial sobre el estado de conservación de los libros de segunda mano, sí podemos fijarnos en diferentes puntos, que pueden ayudarnos en la tarea.

Por un lado, observando la portada y la contraportada del libro. Un libro en excelente estado no debería tener rasguños, manchas, dobleces o desgastes visibles. Si se trata de una sobrecubierta (especialmente común en ediciones de tapa dura), hay que revisar que no tenga rasgaduras o manchas.

Por otro lado, el lomo del libro puede decir mucho sobre cómo ha sido tratado. Un lomo roto o con pliegues indica que el libro se ha manipulado con fuerza o que ha sufrido daño por compresión. Al mismo tiempo, la encuadernación debe ser correcta, son esquinas rotas, dobladas o desgastadas y con las hojas firmemente adheridas al lomo.

Otro punto importante es el estado de las páginas del libro. Si presentan manchas, subrayados, anotaciones al margen, amarillamiento o roturas, faltan hojas o están sueltas, empeorará su estado. También, si el libro incluye ilustraciones, mapas desplegables o cualquier otro extra, hay que asegurarse de que estén en buen estado y que no falte ninguno.

Si bien no todo el mundo se fija en ello, el olor de un libro dice mucho sobre su estado. Éste no debería tener un olor fuerte. Además, si huele a humedad, podría haber estado almacenado en condiciones no ideales y tener moho, lo que podría afectar su valor.

Cómo suelen clasificarse los estados de los libros

Como hemos comentado antes, no hay una única forma de clasificar el estado de los libros de segunda mano. Sin embargo, podríamos utilizar alguna similar a la siguiente:

  • Nuevo: como si acabara de salir de la tienda.
  • Casi nuevo: leído, pero sin signos visibles de uso.
  • Bueno: algunos signos de lectura, pero sin daños graves.
  • Aceptable: signos claros de uso y algunos daños, pero aún completamente legible.
  • Dañado: necesita reparación o tiene páginas/ilustraciones faltantes.

Valorar correctamente el estado de un libro de segunda mano ayuda a garantizar una compra o venta justa. Pero además, permite comprender de manera más profunda el viaje y la historia de ese libro. Así que, ya sea que seas un ávido coleccionista o simplemente estés buscando una lectura ocasional, en Libros Vividos encontrarás un amplio abanico de títulos a precios excelentes.