Maquetar un libro es una etapa crucial en el proceso de publicación. Se trata de estructurar el contenido de manera que sea visualmente atractivo, fácil de leer y profesional. Tanto si estás autopublicando tu primera obra como si colaboras con una editorial, dominar la maquetación puede marcar la diferencia entre un volumen mediocre y una experiencia lectora memorable para tu público objetivo.
Por ello, en este artículo examinaremos paso a paso cómo maquetar un libro, desde la preparación inicial hasta los detalles más específicos que hacen destacar un volumen impreso o digital. Considera esta como una guía completa para principiantes, donde hablaremos de las mejores herramientas, técnicas y hacks que no pueden faltar en tu arsenal de maquetador junior.
¿Qué es la maquetación de un libro?
La maquetación es el proceso de organizar y diseñar el contenido de un libro dentro de un formato definido. Esto incluye elegir fuentes, establecer márgenes, colocar imágenes, dividir capítulos y garantizar que el texto fluya de manera armoniosa. Una buena maquetación no solo hace que la obra sea atractiva a la vista, sino que también mejora su legibilidad de cara a los futuros lectores.
Por ejemplo, en una novela, la maquetación busca una experiencia de lectura cómoda, mientras que, en un libro técnico, esta se enfoca en destacar elementos como tablas, gráficos y secciones específicas, con el fin de que los estudiantes encuentren la información relevante con mayor facilidad, y puedan aprender del autor todos aquellos conceptos que se les exige.
Pasos previos a la maquetación
1. Asegúrate de que tu libro haya pasado por las manos de un editor y un corrector de estilo
Si tienes la posibilidad de contratar a un profesional del mundo editorial, cerciórate de que este haya realizado el debido proceso. Para ello, primero es necesario conocer qué hacen un editor y un corrector de estilo, pues, aunque no son lo mismo, en español no existen términos que los diferencien de manera explícita. A grandes rasgos, estas son algunas de las características de ambos oficios:
Editor de fondo
En el entorno editorial, un editor es un profesional responsable de revisar, mejorar y gestionar textos escritos para garantizar su calidad, coherencia y adecuación al propósito o público objetivo. Su rol abarca diversas etapas del proceso de publicación, desde la evaluación inicial de un manuscrito hasta su preparación final para impresión o distribución digital. Entre sus funciones principales se hayan:
Evaluación de manuscritos
Analiza y decide si un texto es apto para ser publicado, según los estándares de calidad, mercado y público de la editorial o del autor. También realiza sugerencias iniciales sobre el enfoque, estructura o temas del texto.
Colaboración con el autor
Trabaja en estrecha comunicación con el autor para garantizar que los cambios respeten la intención original del texto. De igual manera, proporciona comentarios constructivos y guía al escritor en el proceso de reescritura.
Adaptación al público objetivo
Asegura que el contenido sea comprensible y relevante para la audiencia prevista. Además, ajusta el estilo, lenguaje y formato según las expectativas del género o del mercado, al tiempo que coordina con correctores de estilo, maquetadores, diseñadores y otros profesionales involucrados en la publicación, supervisando que se cumplan los plazos establecidos.
Intervención en las historias o conceptos
Un editor está en la facultad de sugerir cambios en la narrativa, personajes o estructura en textos literarios, o en la lógica y presentación en textos técnicos.
Corrector de estilo
A diferencia del editor, un corrector de estilo es un profesional enfocado en revisar y mejorar un texto para garantizar que sea claro, coherente, gramaticalmente correcto y adecuado en tono y estilo al propósito o público objetivo. Su trabajo va más allá de corregir errores ortográficos, pues también se encarga de la calidad lingüística y estilística del texto, asegurándose de que fluya de manera natural y efectiva. Entre sus funciones principales se encuentran:
Corrección gramatical y ortográfica
Detecta y corrige errores de ortografía, puntuación y gramática. También se asegura de que se respeten las normas lingüísticas y los estándares del idioma.
Mejora de la coherencia y cohesión
Revisa que las ideas estén conectadas de manera lógica, encargándose de ajustar transiciones entre párrafos y secciones para facilitar la lectura.
Optimización del estilo y tono
Adecua el lenguaje al público y al propósito del texto. Este puede ser formal, académico, literario, comercial u otros. Asimismo, elimina redundancias, muletillas y expresiones innecesarias para lograr un texto más conciso y claro.
Consistencia terminológica
Verifica que se utilicen términos y conceptos de forma uniforme, especialmente en textos técnicos o especializados.
Adaptación a guías editoriales
Verifica que el texto cumpla con las normas estilísticas específicas de una editorial, empresa o proyecto, como uso de mayúsculas, abreviaturas, numeración, y otros elementos.
Revisión de aspectos lingüísticos avanzados
Ajusta el uso de tiempos verbales, concordancia gramatical y sintaxis para evitar ambigüedades. También corrige modismos o regionalismos inapropiados según el público objetivo.
Conservación del estilo del autor
Respeta la voz y la intención del autor, evitando imponer cambios innecesarios que puedan alterar la esencia del texto.
2. Verifica que estén listos los datos legales
Un libro es un producto que se pone a la venta, por lo que debe contar con registros que avalen la legalidad de su existencia y distribución. En este caso, hablamos del número de ISBN, depósito legal —si lo exige el gobierno de tu país—, y el registro de datos personales de los colaboradores, como el nombre del autor o los autores, editor, corrector de estilo, diseñador de cubierta y otros.
Herramientas necesarias para la maquetación
Hoy en día, existen muchas herramientas diseñadas para facilitar la maquetación, sobre todo cuando se es un novato. Algunas de las más populares incluyen:
Microsoft Word
Aunque parezca el menos avanzado, Word puede usarse para proyectos visualmente simples, especialmente si estás autopublicando un libro sin muchas exigencias gráficas. Pese a sus múltiples opciones, estas son casi intuitivas, por lo que el programa resulta perfecto para quienes apenas se adentran en el mundo de la maquetación.
Adobe InDesign
Se trata de una de las herramientas más potentes y ampliamente utilizadas en la industria editorial. Ofrece un control total sobre el diseño y la disposición del texto y las imágenes.
Affinity Publisher
Es una alternativa más económica a InDesign, con características similares y una interfaz intuitiva.
Scrivener
Ideal para escritores, pues combina la escritura y maquetación básica en una sola herramienta.
Canva o plataformas online
Para libros electrónicos o materiales más visuales, herramientas como Canva pueden ser útiles para diseñar portadas y páginas interiores.
Kindle Direct Publishing
Por último, pero no menos importante, se encuentra Kindle. Quizá, después de Word, sea una de las herramientas más importantes con respecto a la maquetación de libros autopublicados. Esta plataforma en particular posee herramientas como Recursos para dar formato al manuscrito, Tapa blanda y tapa dura, Calculador de regalías y de gastos de impresión, entre otras.
Cómo maquetar un libro
1. Define el formato del libro
Tras cerciorarte de que tu obra haya pasado por las manos de un editor y un corrector de estilo, es momento de definir las dimensiones del volumen. El tamaño más común es de 152,4 x 228,6, o 6″ x 9″ pulgadas. Sin embargo, existen opciones diferentes según las necesidades de la obra. Aquí también se decide si la publicación será digital o impresa. Estas decisiones influirán en los márgenes, las tipografías y otros aspectos técnicos.
2. Configura la página
Márgenes
Establece márgenes adecuados que permitan un espacio suficiente para la encuadernación y eviten que el texto quede demasiado cerca de los bordes. La mejor opción para conseguir este resultado es el «formato reflejado». Un margen típico puede ser:
- Interior: 2.5 cm;
- Exterior: 2 cm;
- Superior e inferior: 2 cm.
Sangrías
Define una sangría para los párrafos, evitando usar dobles espacios entre ellos. Una sangría estándar puede ser de 0.5 cm.
Columnas
En libros técnicos o con contenido complejo, puedes optar por dividir las páginas en dos columnas. Esto es común en manuales y textos académicos.
Numeración
En este punto del proceso, se deben separar los capítulos utilizando la opción «saltos de páginas», con el fin de evitar que los cambios que se hagan en una sección afecten a las siguientes. Para lograrlo, en Word pulsa los botones Ctrl Enter en tu computadora. Al mismo tiempo, es necesario aclarar que la numeración debe comenzar después del índice, por lo que en portada, dedicatoria y agradecimientos no se aplican.
También debes procurar que los nombres e inicios de los capítulos se ubiquen siempre a mano derecha, en páginas impares. Por otro lado, en caso de que quede una página en blanco, se recomienda hacer otro salto de página y ocultar la numeración.
Índices, títulos y subtítulos
Es recomendable no crear índices manuales, sino utilizar las opciones automáticas de los recursos preestablecidos por las plataformas. Por lo general, estas se ubicación en la sección «Referencias», que te llevará al área «Tabla de contenidos», la cual podrás actualizar cada vez que hagas un cambio en la estructura de la obra, asegurándote de que los títulos no queden en números impares.
En el mismo orden de ideas, agrega H1 y H2 a los títulos y subtítulos. En caso de que necesites modificar un detalle en la estructura, estos le ayudarán a la herramienta a establecer un orden y mostrarte todo el contenido.
Alineación
Si quieres que tu obra se vea lo más prolija posible, los párrafos siempre deben estar alineados al mismo nivel. Para ello, utiliza la opción «Mostrar todo», la cual arroja una serie de puntos y elementos gráficos que marcan una separación en las palabras y párrafos, permitiendo que exista un balance entre las letras superiores e inferiores. También debes jugar con los espacios internos para mantener la simetría. Todo eso debes hacerlo manualmente.
Cubierta
Gracias al establecimiento del formato y la numeración, es posible definir tanto el tamaño de la cubierta como el grosor del lomo. En este contexto, existen plataformas que te pueden ayudar a calcular, dependiendo del número de páginas, cuáles son las dimensiones correctas para tu libro. Entre ellas, una vez más, se hallan Canva y Kindle.
Algunas recomendaciones finales
Elige el estilo visual
Piensa en la audiencia y el tema del libro. Una novela romántica puede necesitar una tipografía elegante y suave, mientras que un manual técnico requiere un diseño más limpio y funcional.
Selecciona las tipografías
Cuerpo del texto
Usa una tipografía serif —como Times New Roman o Garamond— para facilitar la lectura en libros impresos.
Títulos y subtítulos
Aquí puedes experimentar con fuentes más modernas o decorativas, pero siempre asegurándote de que sean legibles.
Tamaño del texto
El tamaño estándar para el cuerpo del texto suele estar entre 10 y 12 puntos.
Evita el abuso de estilos
No combines demasiados estilos de fuentes en un mismo libro. Lo ideal es usar una o dos familias tipográficas con variaciones en peso, como negritas y cursivas.
Organiza el contenido
Capítulos
Cada capítulo debe comenzar en una nueva página. Para ellos, usa títulos claros y un estilo coherente que los enumere.
Encabezados y pies de página
Incluye el título del libro o del capítulo en los encabezados, y utiliza los pies de página para los números.
Índice y secciones auxiliares
Si el libro tiene un índice, asegúrate de que las numeraciones coincidan con las páginas reales. Lo mismo aplica para apéndices, prólogos y bibliografías.
Incorpora elementos visuales
Si tu obra incluye imágenes, tablas o gráficos, sigue estas recomendaciones:
- Usa imágenes de alta resolución (300 dpi) para evitar que se vean pixeladas;
- Asegúrate de que las imágenes estén alineadas correctamente y no interrumpan el flujo del texto;
- En libros técnicos, etiqueta claramente los gráficos y tablas con números y títulos.
Prueba y revisa el diseño
Antes de finalizar, es fundamental revisar cada aspecto de la maquetación:
Legibilidad
¿El texto se lee con comodidad? ¿Hay suficiente contraste entre el texto y el fondo?
Consistencia
¿Los márgenes, estilos de texto y espaciados son consistentes en todo el libro?
Exporta el archivo final
El formato en que exportes tu libro dependerá de su destino:
- Para impresión: exporta en PDF con calidad de impresión, e incluye las marcas de corte y las sangrías necesarias;
- Para libros electrónicos: convierte a formatos como EPUB o MOBI, que son compatibles con la mayoría de los e-readers.
Importancia del proceso de maquetación
Maquetar un libro puede parecer intimidante al principio, pero con las herramientas adecuadas y una buena planificación, es una tarea alcanzable para cualquier autor o editor. Una maquetación bien hecha no solo mejora la presentación del contenido, sino que contribuye a una experiencia lectora agradable. Tómate tu tiempo, revisa cada detalle y recuerda que la clave del éxito está en la consistencia y la calidad. ¡Buena suerte con tu proyecto!
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