Miguel Hernández fue uno de los poetas más importantes de nuestro país durante el siglo pasado. Hoy en día es una referencia literaria imprescindible, legando numerosas obras profundamente marcadas por sus vivencias personales.
Quién fue Miguel Hernández
Miguel Hernández Gilabert nació el 30 de octubre de 1910 en la localidad alicantina de Orihuela. Su padre era pastor, hecho que marcó su infancia y le hizo abandonar los estudios antes de tiempo.
Sin embargo, durante su etapa escolar, desarrolló un gran interés por la lectura. Así, en los ratos libres aprovechaba para seguir leyendo y aprendiendo de forma autodidacta de grandes autores.
Hernández frecuentaba la biblioteca y escribía sus poemas, inspirados en sus vivencias personales y su entorno. Una pasión que compartía con sus amigos Ramón Sijé y Carlos Fenoll, con quienes formó el “Grupo de Orihuela”.
Sus primeros poemas se sitúan en torno a 1925. Poco después, sobre 1930, los diarios regionales comenzaron a publicar sus obras.
Miguel Hernández se marchó a Madrid buscando su suerte, donde trabajó como redactor en diferentes publicaciones y revistas poéticas. Al no cumplirse sus expectativas, regresó a Orihuela, donde comenzaría su noviazgo con la que fue su esposa y madre de sus hijos, Josefina Manresa.
Tras publicar su primer libro, Perito en Lunas en abril de 1933, retornó a Madrid, donde realizó diferentes colaboraciones. En ese tiempo forjó amistad con figuras tan relevantes como Pablo Neruda y Vicente Aleixandre. Tuvo tiempo de terminar la obra teatral Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras.
Durante 1934 escribió sus poemas El silbo vulnerado e Imagen de tu huella, así como la obra de teatro El torero más valiente. Ya en 1935 fue el turno del drama teatral Los hijos de la piedra. Ese mismo año fallecería su amigo Sijé, a quien dedicó su Elegía en 1936; año en que editó su conocido libro de poemas El rayo que no cesa y finalizó su obra de teatro El labrador de más aire.
Y llegó la guerra
Con el estallido de la Guerra Civil Española, Miguel Hernández se incorporó al Ejército Popular de la República. Luchó activamente en varios frentes, tanto en Andalucía como en Levante.
1937 sería un año completo para el poeta, quien además de casarse, participó en un congreso de intelectuales a favor de la cultura y asistió a un festival de teatro en la Unión Soviética. Además, finalizó Viento del pueblo y Teatro en la guerra.
A finales del año, nació su primer hijo, que tan solo sobrevivió unos meses. Sus vivencias personales durante ese tiempo marcaron su libro Cancionero y romancero de ausencias, así como Pastor de la muerte y El hombre acecha, de 1938.
Su segundo hijo nació en 1939, al que dedicó las conocidas Nanas de la cebolla. Pero ese año finalizó la guerra, hecho que hizo a Hernández intentar exiliarse a Portugal. La mala fortuna hizo que fuese interceptado y entregado a las autoridades españolas.
Miguel Hernández fue condenado a muerte, que se conmutó por una pena de treinta años de cárcel que no llegó a cumplir. Tras pasar por numerosas cárceles españolas, falleció por tuberculosos el 28 de marzo de 1942, en la prisión de Alicante.
En Libros Vividos contamos con algunas obras que giran en torno a la vida de Miguel Hernández. Es el caso de Miguel Hernández: Pasión, cárcel y muerte de un poeta y Teatro, Prosa, Correspondencia II (obra completa) de Miguel Hernández.
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