Descripción

Aunque el Finisterre se ubique en la costa gallega, todo el Cantábrico tiene un aire de despeñadero hacia el mar. Esta relación entre el mar y tierra enriquece las cocinas de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco. En Galicia encontramos la bondad en los pescados, mariscos, cerdos y terneras, pero también el artificio y oficio. Asturias ofrece una cocina ecléctica, fronteriza de la gallega y la del Bierzo. Cantabria comparte la diversidad impuesta por el mar y la montaña. Y el País Vasco es el paraíso del bien comer, y para Carvalho, la patria del bacalao al pilpil, prueba de que hay más magia en la conversión de un bacalao salado en este grandioso plato que en la propia creación del bacalao por los dioses.
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