Descripción

Con prólogo de Zoé Valdés y epílogo de Ángel Pingarrón, Ponce de León nos ofrece una perspectiva distinta del amplio retrato de esta ciudad y de sus gentes, con un estilo peculiar y sabrosón. Poncito soñaba con que alguien escribiera la novela de Mercaderes Dos, clamaba por ella a voz en cuello. Yo me hacía la chiva loca, no me atrevía a decirle que me sentía con fuerzas para hacerlo, aunque todavía no lo hice. Y resulta que es ahora mi querido amigo quien ha iniciado el camino.