Descripción
«Soy un teólogo feliz». Así se definía Edward Schillebeeckx, que falleció a los 95 años la víspera de Navidad en Nimega (Holanda). Fue uno de los teólogos católicos más prestigiosos y una de las personalidades más influyentes en el cambio de paradigma del cristianismo durante la segunda mitad del siglo pasado, amén de protagonista en la renovación de la teología y de la Iglesia católica.
Nacido en Amberes, metrópoli de la Bélgica flamenca, en el seno de una familia de 14 hermanos, ingresó a los 19 años en la Orden de Predicadores atraído por la apertura de los Dominicos al mundo, la dedicación al estudio, el trabajo de investigación y la teología centrada en la predicación. Él mismo hizo realidad con creces estas cuatro características en su vida religiosa y en su actividad intelectual.
Estudió Filosofía en Gante y Teología en Lovaina con una orientación tomista clásica, que él renovaría durante los primeros años de docencia. Tras la II Guerra Mundial, fue a Francia para hacer el doctorado en Le Salchoir y estudiar en La Sorbona. En Salchoir se encontró con los teólogos Marie-Dominique Chenu, sancionado entonces por el Santo Oficio, e Yves Mª Congar, que sufrió varios destierros por mor del ecumenismo. En La Sorbona siguió las lecciones de los filósofos Le Senne, Lavelle, Wahl y Gilson….
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